Diario del Huila
F U N D A C I Ó N
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Neiva, Abril 19 de 2009
Edición Nro. 242
PROMISIÓN
TIERRA de
2
3
4
Retrospectiva
Histórica
Figuras
Nacionales
Conmemoración
La Caña Brava del Huila
José Eustasio Rivera
Neiva,
Abril 19
de 2009 2 Retrospectiva Histórica
Una producción de la
Fundación Tierra de Promisión
GUILLERMO PLAZAS ALCID
Director Ejecutivo
Circula con
DIARIO DEL HUILA
Toda colaboración se acepta y publica a título gratuito.
E-mail: facetas@diariodelhuila.com
Neiva,
Abril 19
de 2009 4 Figuras Nacionales
Advertencia Editorial. A partir de la presente edición, a la celebración del IV Centenario de la Fundación en los diferentes aspectos a la capital del Huila: su etc., que sean dignos de mención. Se empieza con ediciones Eustasio Rivera, sin duda el huilense más notable de ocasión por el Profesor Félix Ramiro Lozada Flórez, evidentes. Naturalmente las páginas de FACETAS están a propósito, en la oficina ubicada en el Centro de Convenciones, la celebración del IV Centenario de Neiva, allí se ofrecerá JOSÉ EUSTASIO RIVERA SALAS.
Nació el 19 de febrero de 1888, en la antigua
calle de El Chorro, más tarde, calle
del Camellón de los Almendros, hoy calle
8, entre carreras 7° y 8°, donde quedan
actualmente las instalaciones del DAS, en
la ciudad de Neiva.
En la partida de bautismo se lee: En
Neiva a veintiséis de febrero de mil ochocientos
ochenta y ocho, bauticé solemnemente
a un niño de ocho días de nacido,
a quien llamé José Eustacio, hijo legitimo
de los señores Eustacio Rivera y Catalina
Salas, vecinos; abuelos paternos Victoriano
(Rivera) y Rita Escobar, maternos,
Leonor Salas. Fueron padrinos los señores
Pedro Rivera y Valentina Salazar, a
quienes advertí lo necesario. Doy fe. Marcelino
Toro Z.
En la página 20 del libro de Bautismo,
bajo el número 23.
La familia Rivera se radica en el campo
en Aguacaliente, cerca del caserío de
San Mateo, hoy municipio de Rivera hacia
1890, razón por la que el joven pasa su
niñez y parte de la juventud en el campo
donde disfruta la naturaleza y aprende
las labores del campo
En febrero de 1900 fue matriculado
en el Colegio Nacional Santa Librada de
Neiva, a cargo de su tío Napoleón, quien
lo sorprendió un día por fuera del establecimiento
educativo cazando pájaros,
razón por la cual lo castiga fuertemente
con férula y violento golpes, al punto de
arrojarlo contra los pupitres y someterlo
a encierro. Al ser informada la familia,
acude a su rescate y lo encuentre con el
rostro amoratado, las manos sangrantes
y despedido del Colegio. Esta tragedia le
costo volver al campo y dos años de trabajo
forzoso.
A finales del siglo XIX y comienzos del
XX el país estaba en guerra, para ponerle
fin al conflicto se protocolizaron los
tratados de Nerlandia (octubre de 1902),
el firmado a bordo del Wisconsin (noviembre
de 1902) y el de Chinácota del
mismo mes. Al finalizar el conflicto la
madre de Rivera lo matricula interno
en el colegio de San Luís Gonzaga de
la Mesa de Elías, (Huila) fundado por
el obispo Esteban Rojas y dirigido por
los Hermanos Maristas. Allí conoce a
su pariente Julián Motta Salas. Rivera
buen conversador, imaginativo y
exagerado cuenta con pelos y señales
asuntos de la vida sexual que dejan
a sus compañeros sorprendidos. Las
confidencias de tales experiencias llegan
a oídos de los superiores, quienes
proceden a sermonearle y amenazarle
hasta que deciden cancelar su matricula.
En 1904, a los dieciséis años los
padres lo sacan una vez más de las labores
del campo, consiguen la forma
de que trabaje en Neiva y logran que
ingrese a la gobernación como portero
– escribiente, de donde sale al ser ob-
UNA VIDA Cronología de José EL AUTOR DE LA VORÁGINE,
FUERTE Y TEMPERAMENTAL
FUE LLAMADO POR SUS
COMPAÑEROS DE LA NORMAL
LA CAÑA BRAVA DEL HUIILA.
SOBRE LOS ESCRITORES
COLOMBIANOS DIJO: “NUESTROS
PROSISTAS SON CASI TODOS
ARTICULISTAS, INCAPACES DE
IMAGINAR UN PERSONAJE Y
SOSTENERLO MÁS ALLÁ DE LA
DÉCIMA PÁGINA. LES FALTA EL
DON CREADOR”.
POR CAZAR PÁJAROS, SU TIO
NAPOLEÓN LO CASTIGA Y
OBLIGA A SU RETIRO DEL COLEGIO
NACIONAL SANTA LIBRADA.
Por: Felix Ramiro Lozada Florez
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edición, FACETAS dedicará el espacio que fuere necesario
Fundación de Neiva, destacando material que haga referencia
su historia, acontecimientos, personajes, episodios,
ediciones dedicadas a divulgar la vida y obra de José
de todos los tiempos, material seleccionado en esta
documentación cuya autenticidad e importancia son
están permanentemente abiertas a la comunidad. Y
Convenciones, donde funcionará la Coordinación de
ofrecerá información completa respecto de FACETAS.
La Dirección
jeto de burlas que no soportó.
A comienzos de 1906 con el apoyo
de don Rafael Puyo y Gabriel Perdomo
Cuenca, obtuvo una beca para la recién
creada Escuela Normal de Bogotá,
donde inicia el segundo año el 9 de
febrero, allí es inducido por el hermano
Juan, rector de la Normal a leer el
Quijote, en ese lugar, en 1906, escribe
los versos a la madre, doña Catalina.
¡Madre del corazón! Vayan mis torres
a decir con ansia lo que anhelo.
Soy por la ausencia que tu amor me roba
ola lejos del mar, astro sin cielo…
Estas líneas dejan ver un escritor
en gestación, y, señalan su camino a
la literatura llevado de la mano del
hermano Luís Gonzaga, conocido como
“Pacífico Coral”, quien le suministra
importantes antologías, le aconseja
y le hace observaciones sobre el oficio
de escribir. En la Normal Rivera coge
fama de poeta y es llamado por su
espíritu rebelde y temperamental “la
caña brava del Huila”. En las vacaciones
de 1907 en Neiva escribe el poema
amoroso Gloria, de esa misma época
es Águila Andina, publicado por Adolfo
León Gómez, en el periódico Sur América.
En 1907 de mano del hermano Luís Gonzaga
está en la sala de espera de Antonio Gómez
Restrepo y posteriormente en casa de
don Miguel Antonio Caro, quien le escucha
leer Tocando Diana, en donde expresa:
Trémulo y sudoroso en la pendiente
que ver la pampa ensangrentada deja,
hay un corcel herido gravemente,
que clava el ojo túrbido y doliente
en la legión vencida que se aleja.
Él devoraba raudo la vereda
do a herido vino el proyectil insano
y, envuelto entre el crespón de la humareda,
abandonado sin piedad se queda
relinchando afanoso, pero en vano.
En las abiertas plantas se sostiene
y vacila; son tantas sus lesiones…
el temblor de la cola no detiene
y honda herida en el pecho abierta tiene
que arroja sangre hirviente a borbotones…
Deslumbrado Caro, por la voz del poeta,le
dice: “No publique esos versos en periódicos
sueltos; hágase conocer con su obra completa
y reserve sus mejores composiciones…”,
a la cita también concurre el maestro Elías
Quijano. En 1908 participa en el concurso
literario de los Juegos Florales de Tunja
donde gana el 6 de agosto con el Mirlo viudo.
En septiembre de ese año El Pregonero de
Bogotá publica Ante el ara, dedicado al presbítero
Pedro P. García y el 26 de noviembre
se gradúa en la Normal. En 1909 inicia el
nuevo plan de estudios de un año para especialización
en pedagogía en la Escuela Normal.
Lidera y arenga a sus compañeros de
estudios en las protesta contra el general
Reyes por su empeño en la aprobación del
tratado Cortés-Root-Cortés-Arosemena.
Por razones de salud en 1909 suspende
los estudios de la Normal, se traslada a
Ibagué por invitación de su amigo Álvaro
Valenzuela quien le sugiere trabajar en el
sistema educativo del Tolima. El general
Leonidas Cárdenas Secretario de Educación
del Tolima atiende su solicitud y el
gobernador Luís Umaña López lo nombra
Inspector Escolar. El sábado 6 de noviembre
muere su hermana Inés de sólo diecisiete
años, a la que canta en DIVA, O LA VIRGEN
AZAROSA
José Eustasio Rivera
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MIGUEL ANTONIO CARO,
DESLUMBRADO POR LOS VERSOS
DE JOSÉ EUSTASIO RIVERA,
LE DICE: “NO PUBLIQUE ESOS
VERSOS EN PERIÓDICOS SUELTOS;
HÁGASE CONOCER CON SU
OBRA COMPLETA Y RESERVE SUS
MEJORES COMPOSICIONES...”
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blicado en la
revista Tolima
de Ibagué
en 1911, en
donde expresa:
“Ni una sola
vez doblé la esquina
de mi ca- l l e j u e l a
sin hallarla sentada al pie del paredón
sucio, los ojos húmedos y las manos
vacías.
Era una mendiga joven y contrecha.
El cabello
desgreñado caía
sobre una frente
angosta cuya
piel desteñida
no guardaba ni
la más leve huella
de serenidad;
sus labios
jamás tuvieron
un color de vida
que contrastara
con la marchitez
de las mejillas, por donde habían,
resbalado las lágrimas de todos los
desdenes y de todas las hambres estacionarias;
sólo sus grandes ojos agradaban
por una expresión vivísima en
que se mostraba una alma aguijoneada
por la necesidad.
Rara vez dejaba su
rincón para ir a mendigar en calles
más transitadas, e invariablemente se
la hallaba en el mismo lugar al caer
la noche. Cierto día el poeta oyó esta
explicación:
-Yo no le doy
limosna – me
decía una vez
una vecina –
porque ella voluntariamente
ha renunciado
al amparo del
Hospital…”
En julio del
año citado recibe
los primeros
informes sobre
la situación en el Caquetá y Putumayo
de parte de don Custodio Morales,
vecino de Neiva, quien le cuenta entre
otros el incidente armado entre la
guarnición colombiana en La Pedrera,
sobre la margen derecha del río Caquetá,
y tropas peruanas en cuatro
cañoneras blindadas, comandas por
el general Oscar R. Benavides, que
en tres días de combates (10 al 12 de
julio) desalojan a los colombianos. A
fines de este año sale de Ibagué. De
regreso a Neiva, en la Escuela de señoritas
pronuncia un discurso sobre La
nueva pedagogía y los deberes de los
padres de familia. Del polémico discurso
fue informado don Marco Fidel
Suárez, quien lo cita de inmediato y lo
recrimina, asunto que enoja a Rivera,
por considerar la información mal intencionada,
el incidente fue aclarado
y el poeta puede empezar labores en
el Ministerio de Gobierno, lo que le
facilita sus deseos de estudiar leyes,
carrera que inicia a los 24 años en la
Facultad de Derecho y Ciencias Políticas
de la Universidad Nacional.
En Bogotá se sabe que para 1912 ha
terminado su primer drama. En abril
de 1918 declara que en su repertorio
hay ocho dramas pero que sólo uno de
ellos ha transcrito, se refiere a Juan
Gil. Otras obras que menciona en 1921
son: Los escarabajos, Las arrepentidas
y El virrey, según algunos investigadores
estas se perdieron al desaparecer
el cuaderno donde las tenía después
de su regreso del viaje a Orocué, sobre
lo que el poeta dice que esa perdida
no lo afecta mucho porque se las sabe
de memoria. Gran parte de su obra
poética la lee en un banquete en honor
a Víctor Londoño en una tarde de julio
en un lugar llamado “Cuna de Venus”,
donde de acuerdo con un comentarista:
“La arrogancia, la actitud, la facilidad
de expresión, el rostro byroniano y el
maravilloso arte declamatorio del aeda
cautivaron…intensamente la atención
de todos y desde entonces, entre una
lujosa clavelería, quedó para siempre
consagrado…el poeta de la fronda insondable,
rebosante de pájaros y fieras”.
Cita de don Eduardo Neale Silva
– Horizonte Humano.
La carta a Matías Silva, tiene fecha
11 de septiembre de 1912, fue
publicada en 1962 en la revista
Huila de Neiva, allí expresa:
“Tengo muchísimo gusto en hacer
conocer del público tus reputadas joyas
intelectuales, y espero que me las
enviarás a primera oportunidad. Te
felicito sinceramente por la noticia de
que has vuelto a cultivar tu talento
y a tener con las musas una relación
frecuente. Es mucha gracia poder conservar
el fuego sacro del arte en estas
tierras en donde uno pasa la vida sin
estímulo, sin una frase de aliento, y a
menudo sin ser comprendido. El arte
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Figuras
Nacionales MUERTA:
¡Oh, mi pálida muerta!
¡Sensitiva del campo
que el agua sol de la vida
marchitó con su lampo!
Yo sufría al verla enferma
y, lanzándome afuera,
sollozaba donde ella
mi dolor no sintiera:
mas callaba al bañarme
su mirada indecisa,
y forzaba mis labios
a hospedar la sonrisa…
El 10 de enero de 1910 escribe carta
de reproche a la amada no identificada
por su silencio y por no hacerse presente
en los funerales de su hermana.
Con motivo de las fiestas centenarias
de Ibagué, se organizan unos Juegos
Florales que incluye un concurso literario
en el que participa Rivera y gana
Manuel Antonio Bonilla. El texto de
Rivera es Oda a España, más tarde el
poeta se lo envía a don Miguel de Unamuno,
fue publicado en septiembre de
1910 en el Tropical de Ibagué.
El Nuevo Tiempo Literario de Bogotá,
publica en 1911 La emoción trágica
en el teatro, dedicado a su profesor
“Pacífico Coral”, en donde dice:
“Lejos estamos de los tiempos de
Esquilo, cuando con el espanto de sus
tragedias abortaban las mujeres y morían
los niños. En nuestra época no
surgirá tal vez un escritor que sepa
despertar emociones semejantes. La
tragedia y el drama de hoy son más
humanos, se cabe, y tienen casi siempre
su origen en los conflictos del corazón
que ama, que se encela, se ve
engañado y quiere vengarse. El dolor
de Hamlet no se ha escrito sino una
vez. El rey Lear, Macbeth, Fausto, María
Estuardo y César no resucitan todos
los días sus espantosos conflictos.
En cambio, Otelo está entre nosotros
perennemente…”
Posteriormente da a conocer su
único cuento La mendiga del amor, pu-
EN LA EMOCIÓN TRÁGICA DEL
TEATRO, RIVERA DICE: “LEJOS
ESTAMOS DE LOS TIEMPOS
DE ESQUILO, CUANDO CON EL
ESPANTO DE SUS TRAGEDIAS
ABORTABAN LAS MUJERES Y
MORÍAN LOS NIÑOS. EN NUESTRA
ÉPOCA NO SURGIRÁ TAL VEZ UN
ESCRITOR QUE SEPA DESPERTAR
EMOCIONES SEMEJANTES”.
EN 1918 RIVERA DECLARA QUE EN SU
REPERTORIO HAY OCHO DRAMAS,
PERO QUE SÓLO UNO DE ELLOS HA
TRANSCRITO, SE REFIERE A JUAN
GIL. OTRAS OBRAS QUE MENCIONA
SON: LOS ESCARABAJOS, LOS
ARREPENTIDOS Y EL VERREY.
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necesita de la comunidad de espíritus
delicados, y en donde uno tiene que ser
el compañero de sí mismo, prueba hasta
la evidencia su vocación para el más
bello de los sacerdocios ¿verdad?...”
Para conmemorar el centenario
de la muerte de Antonio Ricaurte,
en 1914 escribe la Oda a San Mateo,
publicada en El Liberal Ilustrado y
en la revista Popayán en octubre del
mismo año. En 1915 se dedica a la
universidad, a las lecturas de poemas
en voz alta con Julián Motta Salas en
los alrededores de los cerros Monserrate
y Guadalupe. Tiene serias preocupaciones
por el asesinato el 15 de
octubre del general Rafael Uribe Uribe
y sobre el acuerdo concertado entre
los gobiernos de Colombia y Estados
Unidos (Thompson-Urrutia) sobre la
separación de Panamá.
A comienzos de 1916 antes de iniciar
el último año de carrera, viaja por
primera vez a los llanos, visita Villavicencio,
Chipaque, Cáqueza, Monte
Redondo y Buena Vista; realiza excursiones
de caza, pesca y conocimiento
de la flora y la fauna, experiencia que
cuenta en carta de doce páginas a sus
amigos Elías Quijano y Guillermo Arana.
De regreso a los estudios comienza
a escribir la tesis “Liquidación de las
herencias”. De este periodo es La paloma
torcaz. El 20 de febrero de 1916,
publica la crónica Impresiones de los
llanos: Cacería de zainos, publicada
en el suplemento literario La Patria.
Posteriormente la carta a Elías Quijano
y Guillermo Arana, donde revela
sus impresiones sobre los llanos, está
fechada el 22 de febrero y fue publicada
en la revista Huila en el número de
enero – agosto de 1985. En la misma
expresa:
“Imposible relatarles ahora todo
lo que experimenté en aquellas soledades
agobiantes, melancólicas, y
fuera de ser infinitas y monótonas por
lo imponentes. Desde que el viajero
remonta el último estribo de la cordillera
oriental, ya al descender a Villavicencio,
presiente la enormidad del
paisaje hasta en el aire que respira,
pues como a Heredia, le acontece que
a través de las distancias inconmensurables
absorbe su nariz el olor penetrante
de las resinas y de los pajonales
onduladores; de repente al sesgar una
quiebra, halla la inmensidad ante sus
ojos, vasta, colosal, infinita…”
El 5 de marzo de ese año publica
en el suplemento literario La patria,
el artículo titulado Enrique
Ibsen, en donde señala:
“Ibsen reconocía la influencia que
tiene la naturaleza de un país en la
imaginación de los escritores, pero
a pesar de que vivió varios años en
Roma, jamás puso en sus obras fisonomías
meridionales. Torwaldo, Sollnes,
el viejo Werlée son seres de cutis sanguíneo
y pobladas patillas, que fuman
pipa y tienen en sus ademanes el sello
peculiar de la raza del norte; y Nora y
Edda Gabler aparecen llenas de hastío,
vacías del cumplimiento de sus
deberes, son espíritu de neurosis que
llevan el fanatismo colgado al cuello
bajo apariencias diversas…”
En febrero de 1917 culmina la tesis
Liquidación de las herencias, un
trabajo de mediana extensión, conformado
por dieciséis capítulos y dividido
en cuatro partes, publicado por
la editorial La República, en un texto
de 81 páginas. El 3 de marzo se gradúa
acompañado de amigos, literatos
y ex compañeros de la Normal. Concluido
el evento y después de muchas
reflexiones nace Loco gasté mi juventud,
en donde hace una seria reflexión
sobre su vida:
“Loco gasté mi juventud lozana
en subir a la cumbre prometida,
y hoy que llego, diviso la salida
del sol tras otra cumbre más lejana.
Aquí donde la gloria se engalana
hallo sólo una bruma desteñida,
y me siento a llorar porque mi vida
ni el pasado fue, ni del mañana.
¡No haber amado! ¡Coronar la altura,
y ver que se engañaba mi locura!
El verde gajo que laurel se nombra
ya de mis sienes abatidas rueda,
y aunque el sol busco aún, sólo me queda
tiempo para bajar hacia la sombra…”
En abril se encuentra en Neiva,
donde contempla con algunos miembros
del directorio conservador la posibilidad
de aspirar a una curul para
la Cámara baja, con la seguridad de
contar con el apoyo necesario de los
dirigentes más importantes. Sus ilusiones
sobre esta aspiración fueron
derrumbadas a través de un telegrama
del obispo de Garzón Esteban Rojas,
quien con el pretexto de mantener
la unidad católica del departamento,
pide que quiten el nombre de Rivera
de esa lista de aspirante. En el telegrama
manifiesta:
“Garzón, abril 27 de 1917. Señores
doctores José Ignacio Fernández, presidente,
doctor José Eustasio Rivera,
Neiva; general don Alejando Villoria,
Neiva. Con la mira de obtener completa
unión en los católicos, suplico a
ustedes me digan si estarían dispuestos
a renunciar a sus candidaturas
para representantes, con ese mismo
fin. Esperando una pronta respuesta,
me repito Afmo, servidor, ESTEBAN,
obispo”.
Al conocer el texto del obispo,
Rivera vuelve desilusionado a Bogotá
a principios de mayo desde
donde le contesta en los siguientes
términos:
“Bogotá, 2 de mayo de 1917. Ilustrísimo
Obispo Garzón. Candidatura a
que refiérese su telegrama del 27 de
abril ofreciéronmela espontáneamente.
Acepto lo que junta popular resuelva.
No creo producir discordia entre
católicos, pues también lo soy. Atento
servidor. RIVERA”
A las preguntas de los amigos
sobre el particular, contestó:
-Me barrieron de un sotanazo.
En 1918 su amigo Jorge Ricardo
Vejarano lo visita en compañía de
José Nieto, natural de Santa Rosa de
Viterbo (Boyacá) quien había llegado
a Orocué en 1910 y había adquirido
grandes propiedades. Nieto solicita
los servicios de Rivera para llevar
un pleito contra los sucesores de don
Ramón Oropeza por los hatos “Mata
de Vaquero y “Mata de Palma”, (Hato
Grande en la Vorágine), heredadas por
don Jacinto Estévez, cuñado de Ramón.
Muerto Estévez sus parientes
entran a reclamar los bienes. Por este
asunto Rivera viaja a Casanare. Antes
de emprender el viaje va a visitar
a su amigo Luís Eduardo Nieto Caballero,
quien organiza una cena de
despedida el 10 de abril de 1918, a la
que asiste un número importante de
amigos: Miguel Rasch Isla, Raimundo
Rivas, Manrique Terán, Luís López
de Mesa, Gustavo Santos, Torres Pinzón,
Luís Alzate Noreña, Luís Cano y
los hermanos Nieto Caballero, entre
otros. El periodista Roberto Liévano
aprovecha la reunión para hacerla una
importante entrevista que es publica-
De izquierda a derecha Miguel Rash Isla, José
Eustasio Rivera y Roberto Liévano.
Arturo Cova, en las barracas del Guaracú (Fotografía tomada por la madona Zoraida Ayram)
Figuras
Nacionales
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da en El Gráfico el 20 de abril.
A la pregunta del periodista:
¿Ya para entonces preparaba
Tierra de Promisión?
A lo que Rivera responde: - Sí. La
idea de ese poema la había concebido
en años anteriores, en el Tolima, durante
el curso de un viaje. La visión de
un toro que sobre una peña atalayaba
la llanura, fue la impresión primordial.
Inmediatamente vi., interiormente, el
conjunto de mi obra. …Estará divido
en tres partes: La selva, La llanura y
Las cumbres.
La siguiente pregunta del periodista
es: ¿Cuántos sonetos integran la
obra?
Rivera responde: - Hasta ahora
tengo listos ciento sesenta y ocho, pero
al recogerlos algún día en tomo sólo
publicaré una centena. Acaso puedan
aparecer demasiados…
Rivera llega a los llanos de Casanare
en mayo de 1918 y permanece
allí hasta 1920. Entrega cartas de
presentación al señor Luís F. Rincón
Castro, Juez del Circuito. Estos hechos
le permiten conocer de fondo las
historias y los personajes que alimentan
su obra: Luís Franco Zapata (Arturo
Cova), Alicia (Alicia Hernández
Carranza), Julio Barrera Malo (Narciso
Barrera), Narcisa Sabá de Barrera
(Zoraida Ayram), a esto suma otras
historias y sus andanzas por el Caquetá,
Putumayo, Vichada entre ríos y
caseríos. Presenta manifestaciones de
su dolencia, sufre un ataque y queda
inconsciente. En las citas de don Luís
que hace Eduardo Neale Silva se lee:
“En ocasiones le sobrevenían fuertes
dolores de cabeza que le obligaban a
matar las horas, y a veces los días…
entonces acudían a sus labios tristes
reflexiones y en especial una frase que
a muchos pareció un reniego: vanitas
vanitatis. En esos días Alicia extremaba
sus atenciones…Es de suponer que
este mal era el mismo que se había
acusado en su vida en 1909 cuando
tuvo que abandonar sus estudios normalistas…
Algo le ocurría… estando
de caza cerca de Orocué tuvo una especie
de ataque que le hizo perder el
sentido…”Andábamos solos – explica
don Luís – y casi me muero por cargar
con tamaño hombre, y sin tener agua
que darle…Se le puso la cara casi negra
y le dolía mucho la cabeza. . Al
llegar a casa ya él me había suplicado
que a nadie le contase lo que había
ocurrido, y así lo vengo cumpliendo
hasta hoy”.
Rivera sale de Orocué a fines de
1919 y va a vivir en Sogamoso a comienzos
de 1920. El viaje lo hace a
través del río Cravo, después de pasar
por algunos hatos llega a la laguna de
Tota. El pleito es trasladado a Santa
Rosa por orden del Ministerio de
Gobierno, quien lo deja a órdenes del
señor Daniel Hernández.
En 1920 el señor Gabriel Camargo
Pérez, registra en un artículo la forma
en que llega Rivera a Sogamoso: “Un
día cualquiera Solita sintió el casqueteo
fuerte de tres caballos que demoraban
fuera. Acababan de llegar
unos viajeros de Támara. Eran don
Benjamín Perdomo, su señorita hija
y un caballero desconocido…Enseguida
muchos saludos y generosidades.
Después esta pregunta indiscreta,
pero ansiosa, de doña
Soledad, que quería saber de
un pleito cuantioso adelantado
por su hermano…- “Y ese
viejo José Eutasio, ¿todavía
molesta tanto a mi hermano
Manuel? - Ese viejo soy yo
– respondió el desconocido,
que no era otro distinto al joven
abogado José Eustasio Rivera… Vuelve
a enfermar y es llevado a recuperación
a casa de doña Soledad, que lo
atiende en compañía de la enfermera
Paz Rodríguez, conoce amigos entre
ello a Ursulita Reyes y la familia de
don Lisandro Durán…” Cita de Eduardo
Neale Silva.
Familia de José Eustasio Rivera
EN LA CARTA A ELIAS QUIJANO Y
GUILLERMO ARANA, REVELA SUS
IMPRESIONES SOBRE LOS LLANOS
Y DEJA EN CLARO EL ORIGEN
DE LA VORÁGINE: "IMPOSIBLE
RELATARLES AHORA TODO LO
QUE EXPERIMENTÉ EN AQUELLAS
SOLEDADES AGOBIANTES,
MELANCÓLICAS, Y FUERA DE SER
INFINITAS Y MONÓTONAS POR LO
IMPONENTES..."
Figuras
Nacionales
martes, 21 de abril de 2009
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